Cohen: “Ante rumores y dudas contra Chávez, disciplina
revolucionaria”
Puerto Cabello, 21 de
febrero (Prensa Concejo Municipal).- Desde
el inicio del mandato de Hugo Rafael Chávez Frías como Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, los
intentos de golpe, paro, desestabilización, saboteo y boicot de la ultra
derecha manipulada por el gobierno Norteamericano, no ha cesado; todo con el
objetivo de derrocar al máximo líder de la Revolución que en 15 años de
gobierno ha logrado el respeto y admiración, no sólo de los habitantes de su
patria, sino del mundo entero.
El coordinador de
Comunicación y Propaganda del Psuv Puerto Cabello, Juan Samuel Cohen, al
realizar un amplio análisis de los continuos e incansables intentos de la
oposición por sacar del poder al Presidente, comentó que todo comienza, cuando Hugo
Chávez aboga por derogar en 1999 la Constitución de Venezuela de 1961, impulsando un Referéndum constituyente que fue aprobado por más del 80 por ciento de votación
popular.
Los primero paros
El 10 de diciembre del 2001, Fedecámaras, la Confederación de Trabajadores
de Venezuela o
CTV, y varios partidos políticos opositores al proceso revolucionario que
estaba naciendo en el país, hacen un llamado al primer paro nacional de 24 horas para rechazar las 49
leyes promulgadas por el gobierno de Chávez, principalmente la Ley de Tierras,
la Ley de Hidrocarburos y la Ley de Pesca.
En este sentido,
Cohen recalcó que “como el presidente Chávez no aceptó las exigencias de los
empresarios, sindicatos y partidos de oposición en retirar el paquete
legislativo, el 5 de marzo del 2002 Fedecámaras, CTV, la Universidad Católica Andrés Bello y la cúpula de la
Iglesia Católica, firman un pacto contra Chávez y deciden comenzar las acciones de calle para
intentar desestabilizar el país y el 9 de abril de ese mismo año, llaman a un segundo paro que se
convirtió en indefinido”.
El golpe mediático
En la madrugada del día siguiente -relató- el Alto Mando
Militar venezolano, anunció que Chávez había renunciado tras habérselo
solicitado. Inmediatamente, militares adversos a Hugo Chávez ejecutaron un “Golpe de Estado” que colocó en la Presidencia de la
República a quien para ese momento era la máxima autoridad de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga.
Agregó igualmente, que gracias a las fuertes protestas
de los simpatizantes y seguidores del Comandante y algunas presiones internacionales, ya que
muchos países no reconocieron a Carmona, los militares leales al Gobierno
retomaron el poder y Hugo Chávez reasumió la Presidencia en la madrugada del 14 de abril de 2002.
“Aún cuando la oposición argumentó fervientemente que
lo ocurrido no fue un golpe de Estado, quedó demostrado que se trató de un golpe mediático, apoyado tanto por los
medios privados de comunicación venezolanos, los cuales tuvieron una gran cuota
de responsabilidad, al autocensurar información comprometida con los
golpistas e incluso de ser ellos los principales promotores, como por la cúpula
empresarial y la iglesia Católica”, subrayó el líder pesuvista.
Plaza Altamira
Prosiguiendo con la
historia, Juan Samuel Cohen contó que más adelante, a mediados del 2002, un
grupo de militares activos y retirados que habían estado implicados en el golpe
de abril, se pronunciaron en contra del gobierno en la Plaza Altamira al este de Caracas.
“En una acción
destinada a exasperar los ánimos y provocar una reacción armada contra el
Gobierno, el 6 de diciembre, un hombre identificado como Joao Gouveia,
emprendió a tiros contra la muchedumbre presente en Plaza Altamira, causando la
muerte de tres personas y heridas a muchas otras”, mencionó.
El coordinador de
Comunicación y Propaganda del Psuv, enfatizó que el hecho de que cuatro canales
de televisión privados se dedicaran toda la noche a presentar las repulsivas
imágenes del atentado, y los gritos de los presentes responsabilizando al
Gobierno por lo sucedido, indica que el objetivo era provocar la reacción del
pueblo contra el Ejecutivo.
Sabotaje petrolero
El 2 de diciembre de 2002, gestan un nuevo paro para derrocar el gobierno
de Chávez, en esta oportunidad a través de un sabotaje petrolero, promovido igualmente
desde el exterior por EEUU e internamente por sus "lacayos" de Fedecámaras,
secundado por la directiva y trabajadores de la nómina mayor de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), los partidos de oposición aglutinados en la
coalición Coordinadora Democrática, la máxima central
sindical (CTV) y diversas organizaciones civiles como Súmate.
“Se conoció, que
algunos trabajadores se prestaron durante la huelga, para el sabotaje de
equipos con el fin de intentar paralizar la estatal petrolera. Esto trajo
graves repercusiones sobre la población, con escasez de gasolina y otros
combustibles, además de alimentos y artículos de primera necesidad”, resaltó Cohen.
Explicó el dirigente político, que el sabotaje petrolero
promovido por sectores antinacionales trajo como consecuencia una disminución
abrupta de las principales actividades económicas del país y secuelas, tanto
para la corporación, como para la sociedad venezolana. “El mismo fue
considerado además, un lock out, pues en muchas empresas, fábricas y comercios,
los trabajadores querían continuar trabajando, pero los dueños tomaron la
decisión de parar”.
Estertores del fracaso
Más adelante, el 2 de febrero de 2003 la oposición
pretendió realizar un referendo no vinculante para pedir la salida del
presidente Hugo Chávez, y celebró una jornada
de recolección de firmas, pero tampoco tuvo éxito, porque no recogieron
suficientes rubricas válidas y de acuerdo con la Constitución, ésta debía efectuarse
a mediados de ese año y ellos no estaba dispuesto a esperar tanto.
A medida que el paro
económico se debilitaba, la Coordinadora Democrática llamó también a un
paro educativo, que fue acatado por un reducido sector de la educación privada,
siendo manifiesta la poca fortuna de la convocatoria. “El paro educativo fue
otro fracasó más para la oposición”, acotó.
Referéndum
reafirmatorio
Posteriormente, entre
abril y mayo se hizo una nueva recolección de firmas. El 03 de junio de 2004,
el Consejo Nacional Electoral anunció que el mínimo de firmas necesarias se
había recolectado y quedaba activado el Referéndum.
“Para poder sacar al
Presidente del gobierno, la oposición debía obtener más de 3,70 millones de
votos, número que obtuvo Chávez en su reelección del año 2000; pero también, para lograr eso, los votos a
favor del Presidente tenían que ser menores a esa cantidad”, detalló.
El referéndum se realizó
el 15 de agosto. El 40,64 por ciento (3.989.008) estaba en contra del
Presidente, pero el 59,06 por ciento (5.800.629 personas) estaba a su favor. De
esa manera Chávez no fue revocado.
Manipulan a trabajadores y estudiantes
Además de los
intentos de desestabilización descritos anteriormente – precisó Juan Samuel
Cohen- se suma también, los planes sabotajes para afectar la productividad de
las principales empresas e industrias del país.
“Aprovechándose de
algunos trabajadores que son manipulados por personeros de la ultraderecha,
organizaron movilizaciones de calles en diferentes estados, exigiendo una
supuesta libertad sindical; sin embargo, no logran su objetivo, ya que este ha
sido uno de los gobiernos que más ha
beneficiado a la masa obrera”, sentenció.
Asimismo, “para
alcanzar sus fines políticos, la nefasta oposición ha utilizado cada vez que se
les antoja a grupos de estudiantes de diferentes universidades autónomas, para
incentivar hechos violentos, promover huelgas de hambre, entre otras acciones,
que irresponsablemente ponen en riesgo la vida y salud de estos jóvenes”.
Acaparamiento de productos
Como si fuera poco, insiste el dirigente del
Psuv, se dedican a acaparar alimentos de la cesta básica, materiales de
construcción, entre otros rubros, para hacer ver ante el país, que el Gobierno
Nacional, es quien falla.
“Cabe destacar, que como parte del Plan Nacional de Fiscalización de
2013, se han incautado 3.088 toneladas de comida por acaparamiento y se han
puesto “en revisión” más de 12 mil toneladas de alimentos, en el centro del
país.”, asintió.
Desfachatez e inhumanidad
Para el dirigente del
Psuv porteño, la más baja en inhumana de todas las acciones que ha ejecutado la
ultraderecha, es utilizar el tema de la enfermedad que padece el jefe de
Estado, no sólo para crear un clima de temor e intranquilidad, sino para manipular al país.
“Estamos convencidos
que la oposición tiene un solo objetivo, salir de Chávez como sea y en este
caso, se ha convertido en un pretexto la enfermedad que el Comandante padece
para tratar de sacarlo, ya que hasta ahora no ha podido ni siquiera electoralmente”,
afirmó.
Sin fortaleza, ni liderazgo
Para
concluir, Juan Samuel Cohen, dejo como reflexión que “la oposición al gobierno
de Hugo Chávez ha hecho en diferentes escenarios acusaciones como método de
lucha, muchas veces sin pruebas y a la ligera, incluso se han hecho acusaciones
que han salido por los medios de comunicación sin ser verificadas como noticia
real; todo porque están desesperados, porque no tienen fortaleza, unión, ni un
líder que les guíe, motive e inspire como lo ha hecho nuestro máximo líder y
padre de la Revolución Bolivariana”.