lunes, 25 de febrero de 2013

La historia política revela que planes de ultraderecha resultan infructuosos



Cohen: “Ante rumores y dudas contra Chávez, disciplina revolucionaria”

Puerto Cabello, 21 de febrero (Prensa Concejo Municipal).- Desde el inicio del mandato de Hugo Rafael Chávez Frías como Presidente de la República  Bolivariana de Venezuela, los intentos de golpe, paro, desestabilización, saboteo y boicot de la ultra derecha manipulada por el gobierno Norteamericano, no ha cesado; todo con el objetivo de derrocar al máximo líder de la Revolución que en 15 años de gobierno ha logrado el respeto y admiración, no sólo de los habitantes de su patria, sino del mundo entero.
El coordinador de Comunicación y Propaganda del Psuv Puerto Cabello, Juan Samuel Cohen, al realizar un amplio análisis de los continuos e incansables intentos de la oposición por sacar del poder al Presidente, comentó que todo comienza, cuando Hugo Chávez aboga por derogar en 1999 la Constitución de Venezuela de 1961, impulsando un  Referéndum constituyente que fue aprobado por más del 80 por ciento de votación popular.
Posteriormente -indicó Cohen-  impulsa un  segundo referéndum constitucional que resultó en la ratificación de la nueva Constitución de Venezuela de 1999 con el 71,78 por ciento de los votos, procesos que dieron origen a una polarización política.


Los primero paros

El 10 de diciembre del 2001, Fedecámaras, la Confederación de Trabajadores de Venezuela o CTV, y varios partidos políticos opositores al proceso revolucionario que estaba naciendo en el país, hacen un llamado al primer  paro nacional de 24 horas para rechazar las 49 leyes promulgadas por el gobierno de Chávez, principalmente la Ley de Tierras, la Ley de Hidrocarburos y la Ley de Pesca.
En este sentido, Cohen recalcó que “como el presidente Chávez no aceptó las exigencias de los empresarios, sindicatos y partidos de oposición en retirar el paquete legislativo, el 5 de marzo del 2002 Fedecámaras, CTV, la Universidad Católica Andrés Bello y la cúpula de la Iglesia Católica, firman un pacto contra Chávez y  deciden comenzar las acciones de calle para intentar  desestabilizar el país y el  9 de abril de ese mismo año, llaman a un segundo paro que se convirtió en indefinido”.

 El golpe mediático  


El dirigente político recordó, que enmarcado en fuertes protestas y una  huelga general convocada por  Fedecámaras, que duró más de tres días, el 11 de abril del 2002, el mando de la oposición convocó a una marcha permisada entre los sectores caraqueños de Parque del Este y PDVSA Chuao, que luego fue desviada hacia al Palacio de Gobierno ubicado en Miraflores, Caracas.
En la madrugada del día siguiente -relató- el Alto Mando Militar venezolano, anunció que Chávez había renunciado tras habérselo solicitado. Inmediatamente, militares adversos a Hugo Chávez ejecutaron un “Golpe de Estadoque colocó en la Presidencia de la República a quien para ese momento era la máxima autoridad de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga.
Agregó igualmente, que gracias a las fuertes protestas de los simpatizantes y seguidores del Comandante  y algunas presiones internacionales, ya que muchos países no reconocieron a Carmona, los militares leales al Gobierno retomaron el poder y Hugo Chávez reasumió la Presidencia en la madrugada del 14 de abril de 2002.
“Aún cuando la oposición argumentó fervientemente que lo ocurrido no fue un golpe de Estado, quedó demostrado que se trató  de un golpe mediático, apoyado tanto por los medios privados de comunicación venezolanos, los cuales tuvieron una gran cuota de responsabilidad, al autocensurar información comprometida con los golpistas e incluso de ser ellos los principales promotores, como por la cúpula empresarial y la iglesia Católica”, subrayó el líder pesuvista.  


Plaza Altamira


Prosiguiendo con la historia, Juan Samuel Cohen contó que más adelante, a mediados del 2002, un grupo de militares activos y retirados que habían estado implicados en el golpe de abril, se pronunciaron en contra del gobierno en la Plaza Altamira al este de Caracas.
“En una acción destinada a exasperar los ánimos y provocar una reacción armada contra el Gobierno, el 6 de diciembre, un hombre identificado como Joao Gouveia, emprendió a tiros contra la muchedumbre presente en Plaza Altamira, causando la muerte de tres personas y heridas a muchas otras”, mencionó.
El coordinador de Comunicación y Propaganda del Psuv, enfatizó que el hecho de que cuatro canales de televisión privados se dedicaran toda la noche a presentar las repulsivas imágenes del atentado, y los gritos de los presentes responsabilizando al Gobierno por lo sucedido, indica que el objetivo era provocar la reacción del pueblo contra el Ejecutivo.

Sabotaje petrolero

El 2 de diciembre de 2002, gestan un nuevo paro para derrocar el gobierno de Chávez, en esta oportunidad a través de un sabotaje petrolero, promovido igualmente desde el exterior por EEUU e internamente por sus "lacayos" de Fedecámaras, secundado por la directiva y trabajadores de la nómina mayor de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), los partidos de oposición aglutinados en la coalición Coordinadora Democrática, la máxima central sindical (CTV) y diversas organizaciones civiles como  Súmate.
“Se conoció, que algunos trabajadores se prestaron durante la huelga, para el sabotaje de equipos con el fin de intentar paralizar la estatal petrolera. Esto trajo graves repercusiones sobre la población, con escasez de gasolina y otros combustibles, además de alimentos y artículos de primera necesidad”, resaltó  Cohen.
Explicó el  dirigente político, que el sabotaje petrolero promovido por sectores antinacionales trajo como consecuencia una disminución abrupta de las principales actividades económicas del país y secuelas, tanto para la corporación, como para la sociedad venezolana. “El mismo fue considerado además, un lock out, pues en muchas empresas, fábricas y comercios, los trabajadores querían continuar trabajando, pero los dueños tomaron la decisión de parar”.

Estertores del fracaso
Más adelante, el 2 de febrero de 2003 la oposición pretendió realizar un referendo no vinculante para pedir la salida del presidente Hugo Chávez, y celebró una jornada de recolección de firmas, pero tampoco tuvo éxito, porque no recogieron suficientes rubricas válidas y de acuerdo con la Constitución, ésta debía efectuarse a mediados de ese año y ellos no estaba dispuesto a esperar tanto.
A medida que el paro económico se debilitaba, la  Coordinadora Democrática llamó también a un paro educativo, que fue acatado por un reducido sector de la educación privada, siendo manifiesta la poca fortuna de la convocatoria. “El paro educativo fue otro fracasó más para la oposición”, acotó.

Referéndum reafirmatorio


Posteriormente, entre abril y mayo se hizo una nueva recolección de firmas. El 03 de junio de 2004, el Consejo Nacional Electoral anunció que el mínimo de firmas necesarias se había recolectado y quedaba activado el Referéndum.
“Para poder sacar al Presidente del gobierno, la oposición debía obtener más de 3,70 millones de votos, número que obtuvo Chávez en su reelección del año 2000; pero también, para lograr eso, los votos a favor del Presidente tenían que ser menores a esa cantidad”, detalló.
El referéndum se realizó el 15 de agosto. El 40,64 por ciento (3.989.008) estaba en contra del Presidente, pero el 59,06 por ciento (5.800.629 personas) estaba a su favor. De esa manera Chávez no fue revocado.


Manipulan a trabajadores y estudiantes

Además de los intentos de desestabilización descritos anteriormente – precisó Juan Samuel Cohen- se suma también, los planes sabotajes para afectar la productividad de las principales empresas e industrias del país.
“Aprovechándose de algunos trabajadores que son manipulados por personeros de la ultraderecha, organizaron movilizaciones de calles en diferentes estados, exigiendo una supuesta libertad sindical; sin embargo, no logran su objetivo, ya que este ha sido uno de los gobiernos que  más ha beneficiado a la masa obrera”, sentenció. 
Asimismo, “para alcanzar sus fines políticos, la nefasta oposición ha utilizado cada vez que se les antoja a grupos de estudiantes de diferentes universidades autónomas, para incentivar hechos violentos, promover huelgas de hambre, entre otras acciones, que irresponsablemente ponen en riesgo la vida y salud de estos jóvenes”.


Acaparamiento de productos

 Como si fuera poco, insiste el dirigente del Psuv, se dedican a acaparar alimentos de la cesta básica, materiales de construcción, entre otros rubros, para hacer ver ante el país, que el Gobierno Nacional, es quien falla.
“Cabe destacar, que como parte del Plan Nacional de Fiscalización de 2013, se han incautado 3.088 toneladas de comida por acaparamiento y se han puesto “en revisión” más de 12 mil toneladas de alimentos, en el centro del país.”, asintió.


Desfachatez e inhumanidad

Para el dirigente del Psuv porteño, la más baja en inhumana de todas las acciones que ha ejecutado la ultraderecha, es utilizar el tema de la enfermedad que padece el jefe de Estado, no sólo para crear un clima de temor e intranquilidad,  sino para manipular al país.
“Estamos convencidos que la oposición tiene un solo objetivo, salir de Chávez como sea y en este caso, se ha convertido en un pretexto la enfermedad que el Comandante padece para tratar de sacarlo, ya que hasta ahora no ha podido ni siquiera electoralmente”, afirmó.


Sin fortaleza, ni liderazgo

Para concluir, Juan Samuel Cohen, dejo como reflexión que “la oposición al gobierno de Hugo Chávez ha hecho en diferentes escenarios acusaciones como método de lucha, muchas veces sin pruebas y a la ligera, incluso se han hecho acusaciones que han salido por los medios de comunicación sin ser verificadas como noticia real; todo porque están desesperados, porque no tienen fortaleza, unión, ni un líder que les guíe, motive e inspire como lo ha hecho nuestro máximo líder y padre de la Revolución Bolivariana”.

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